Un cortafuegos o firewall es un sistema de seguridad que controla el tráfico de Internet en una red, para evitar intrusiones maliciosas. Su nombre proviene de las técnicas de control de incendios.  En estos casos, se trata de crear una barrera para impedir el avance del fuego mientras se procura su extinción.  Contar con cortafuegos es imprescindible, ya que las conexiones entre ordenadores a través de Internet abren fácilmente el camino a la piratería, intrusiones e infecciones. A continuación, qué son exactamente los firewalls y por qué debés instalar los tuyos.

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Firewalls: definición

En su forma más básica, los firewalls son barreras entre una red interna privada y pública. Se trata de un software dedicado que se instala en el sistema operativo y permite o no el acceso a la red por parte de otros programas y aplicaciones. También existen firewalls físicos, es decir, un hardware específico.

Los firewalls se deben complementar con los antivirus para proteger más ampliamente los equipos y la información que albergan y el almacenamiento en la nube.  Algunos sistemas operativos como Windows 10 traen instalado un firewall por defecto.  Además, hay cortafuegos gratuitos y de pago que se pueden descargar de Internet.

Haciendo un poco de historia se puede ver cómo han evolucionado:

• Se originan en los antivirus de la década del 80 del siglo pasado.
• Aparecen cuando los ataques de virus comenzaron a afectar a las PCs corporativas.
• A comienzos del siglo XXI se desarrollaron los IPS o dispositivos de prevención de intrusiones como complemento de los firewalls. A diferencia de éstos, se basan en los contenidos del tráfico mientras que los firewalls consideran la dirección IP.
• Ya en la segunda década, encontramos los firewalls de quinta generación, que utilizan herramientas de ataque avanzadas y soluciones de prevención de amenazas.

Funcionamiento de los firewalls

Más allá de su evolución, los cortafuegos siguen siendo la primera línea de defensa contra los ataques cibernéticos.

Su funcionamiento se basa en el bloqueo de malware y los ataques a la capa de aplicación, así como un sistema integrado de prevención de intrusiones. Pueden realizar evaluaciones rápidas para detectar actividad invasiva o sospechosa y cerrar la aplicación.

El filtrado de hace en base a reglas preestablecidas que permiten aceptar o denegar intentos de conexión.  Los firewalls pueden filtrar por:

• Fuente. Analizan desde dónde se está realizando el intento de conexión.
• Destino. Dónde se quiere llegar con el intento de conexión.
• Contenido. Qué se está intentando enviar.
• Protocolo. Qué “idioma” habla la conexión. Por ejemplo, entre los protocolos de red el que más se utiliza es TCP/IP, otros pueden ser IMCP y UDP.

Tal como se explicó con los cortafuegos en el combate de incendios, los firewalls tratan de reducir la superficie de ataque a un solo punto de contacto. Así, el tráfico debe comunicarse primero con el firewall en vez de dirigirse a los distintos puntos de la red expuestos directamente a Internet.

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¿Cómo puedo mejorar la seguridad con un cortafuegos?

La instalación de un firewall o cortafuegos te permitirá:

• Evitar la infiltración de virus y software malintencionado. Los firewalls pueden bloquear las conexiones no deseadas de una fuente que se comporte de manera extraña.
• Prevenir las APT o Amenazas Persistentes Avanzadas. Son un tipo de piratería dirigida al robo de información sensible en objetivos de alto valor como grandes corporaciones. Sin embargo, las empresas pequeñas y medianas también pueden estar expuestas ya que los delincuentes informáticos pueden utilizarlas como parte de la cadena de acceso a su objetivo final.
• Cómo prevenir el grooming y otras formas de acoso contra los niños en Internet. Los firewalls quizás más populares son los llamados de control parental. Los padres pueden bloquear ciertos contenidos para que los niños no puedan acceder.

Nuestras recomendaciones

La configuración y mantenimiento adecuado de los firewaals es esencial para mantener la red y dispositivos protegidos. Seguí  estos consejos:

• Mantené actualizados tus firewalls. Es un proceso sencillo y seguro que se realiza mediante firmware cada vez que los fabricantes descubren una vulnerabilidad en el sistema.
• Utilizá protección antivirus. Los firewalls no están diseñados para detener virus. Muchos virus pueden superar la protección de un cortafuegos, por lo que se necesita una solución adicional para deshabilitarlos y eliminarlos.
• Mantené el acceso seguro. Es preferible dar acceso cuando sea necesario, que tener que revocar un acceso y mitigar los daños después de un ataque.
• Realizá copias de seguridad. Pueden evitar la pérdida de datos y mantener el negocio en funcionamiento durante un incidente.

Ahora que ya sabés más sobre firewalls elegí los que mejor se adapten a tus necesidades. ¡No lo dejes pasar!